Hasta nunca imbécil.
Me he acostumbrado tanto a decir esa frase que ya ha perdido totalmente el sentido, así que lo digo ahora para siempre. Otro más, NO. Otro que me haga lo mismo, NO. Otro que juegue y se pire, NO. Otro, otro, otro, otro, NO. Basta de zorreos y folleteos.
NO MÁS HOMBRES EN MI VIDA. He dicho.