¿Cómo es posible que tú y yo tengamos esta amistad tan fuerte?
Fácil… Me has demostrado mejor que nadie lo importante que son las pequeñas cosas que te ofrece la vida…
Has estudiado cada momento que iba dando y me has recordado dónde me equivoqué para corregirme y evitar que vuelva a caer, aún así, si he vuelto a tropezar me has tendido tu mano para recogerme sin problemas…
Sabes de sobra que me he equivocado en muchas decisiones que he tomado, pero siempre consigues encontrar un detalle que hice bien y me felicitas por ello.
Casi siempre me das la razón, aun que sabes que muchas veces no la tengo y eso me da confianza en mí, me dejas equivocarme y me felicitas por ello, una persona aprende cuanto más se equivoca y lo sabes mejor que nadie.
Sabes que tengo que cumplir con las consecuencias de mis actos y me ayudas a que parezcan menos duras… Puede ser que tú no te des cuenta de que haces todo esto que te estoy diciendo y ese es otro motivo por el que me alegro de tenerte en mi vida, puede que ahora te estés diciendo que tú nunca has hecho nada de esto… ¿Sabes? Aún que lo hagas sin darte cuenta me ayudas en todo, cada “jaja” que escribes o cada sonrisita que me das hace que me sienta mejor, y sí, si un día no hablo contigo parece que nunca acaba.
Una vez, mi prima me dijo que parecíamos dos enamoradas con tanto comentario y tanto te quiero, tan solo pude contestarle que ella nunca tendrá nada parecido a una amiga como tú y por lo tanto no tenía ni idea de que acababa de decir.
Si de verdad supieran lo feliz que me pongo cuándo se que voy a verte… Si de verdad supieran que siento cuando abro los ojos y veo que estás casi a mi lado, me siento querida, siento que va a ser un día especial, porque lo voy a pasar contigo, porque tengo pocos días así y porque me gusta aprovecharlos. Me encanta cuando tenemos que coger el metro y no sabemos de que hablar por el camino (más que nada porque aún estamos dormidísimas), me encanta tener que madrugar solo para estar más horas haciendo el idiota, me encanta tomar decisiones al instante y que estas conlleven nuevas situaciones irrepetibles, me encanta soltar tonterías y que te rías a carcajadas, que me contagies las ganas de reír y que acabemos casi llorando en mitad de la calle, me encanta que tengamos una especie de telepatía como la de:
-Oye vero… ¿No te parecía que X sobraba mazo? …
-¡VALE NO ERA SOLO IMPRESIÓN MÍA!
Creo que aún no te ha quedado muy claro que eres esencial en mi vida. Que por cada tontería te necesito, que aún que sea por una mini-rayada voy a necesitar que me digas lo que sea… Ya te habrás dado cuenta de que soy de lágrima fácil, me habrás visto llorar mil veces, pero ninguna como el día aquel de Gandía, sí, el día de lo de estos dos, ¿Y si no llegas a estar conmigo en ese momento? ¿Te das cuenta de las tonterías que podría haber hecho si llego a estar totalmente sola? Siento cada día que te debo la vida, que si no llegas a estar a mi lado me hubiera hundido muchísimo (muchísimo más, digo), que tu abrazo en ese momento me ayudó muchísimo, que aquella tarde fue la mejor de toda aquella semana, que conseguiste que me olvidara de quién era aquel que estuvo jugando y aquella que decía ser mi confesora. Que en Octubre cuando volvimos a verle me apoyaste y notaste que estaba rara, adivinaste al instante que me había dado el corazón un giro enorme, menos mal que apareció Miguel Abellán y empezamos con las tonterías.
Justo antes habíamos visto a Miguel Tendero y yo la más emocionada por lo majo que había sido empecé con la tontería de: ¡Ai Tendero se ha enamorado de mí! Y bueno… ya sabes, empezamos a reírnos a más no poder.
Al día siguiente fuimos a ver a Laurita que nos invitó a la corrida de su hermano. Si te soy sincera me encanta recordar todos esos momentos porque los he vivido contigo:).
Cuento los momentos que pasamos en Madrid por que es donde me gusta estar… Porque aquí en Alcoy hay poco que hacer, como habrás comprobado, no me compares el poder ir a perderte por ahí, con las mil cuestas y puentes que te hago pasar cada vez que vienes… Aun que a ti lo que te guste es esto, la tranquilidad, la montaña y a media hora el mar. Creo que a poca gente le gusta realmente lo que tiene, yo no soy de esas personas jajajaja. Busco cada momento para poder irme de aquí, escaparme contigo y no tener que pensar en la rutina de estar en casa sin salir, porque muchas veces pienso; «Joder… Si estuviera aquí Vero… » Echo de menos todos los días verte, echo de menos pedirte un abrazo cuando me hace falta…
Tengo tantas cosas que agradecerte y tan pocas palabras…
Por que siempre, y repito, siempre has estado disponible para mi y eso, ya lo sabes tú, a mi nunca me lo han dado.
Ahora es cuando tú sonríes.
Te quiero mucho.