miércoles, 19 de diciembre de 2012

martes, 6 de noviembre de 2012

Que miro tus ojos se me escapa el mundo...


En la soledad que se me queda sin ti. 

martes, 16 de octubre de 2012

miércoles, 5 de septiembre de 2012

#RegalandoSonrisas

Sentirte la chica más guapa del mundo cuando un desconocido te sonríe por la calle y no deja de mirarte hasta que desapareces completamente, sonreír ante una pequeña niña que te tira del pantalón y solo dice "nena", que te traigan un llavero de tu ciudad preferida en el mundo entero y sentirte la más afortunada por tener a alguien que se acuerda de ti, volver de viaje y que todos tus amigos te quieran ver exclusivamente a ti, que te llamen por teléfono porque echan tu película por la tele, que te traigan una balsa de helado de chocolate, que te abracen sin motivo, que tu mejor amiga te despierte con el "buenos días princesa", que se tiren en la cama contigo a darte achuchones cuando estás fatal, que te riñan por estar mal y luego te sigan abrazando, que te abran conversación con una excusa estúpida por no decir que tenía ganas de hablar contigo, que te digan que se han acordado de ti por una canción que ha sonado, comentar una película o ponerla a parir, tener conversaciones absurdas, interpretar sueños que no significan nada, acurrucarse en el sofá con la mujer que te ha traído al mundo, probarte todos los perfumes de una tienda para encontrar la que te enamora y volver cada semana para encontrarla de nuevo, que se impriman una foto que has hecho tú y sentirte la mejor fotógrafa del mundo, que conserven regalos que te parecían insignificantes para regalar, que te escriban una notita que te alegre las mañanas, aparecer en casa de tus amigas y despertarlas con un ramo de flores para cada una, saber que están sonriendo gracias a ti...

Y es que ser feliz tampoco es tan difícil.


viernes, 31 de agosto de 2012

El bohemio Parisino

-¿Sabes? ¡Me encantan tus gafas! ¿Te gusta llamar la atención?- Remi ya ha puesto su plan en marcha, está dispuesto a conseguirlo esta noche -¿dónde las has conseguido?- La chica se ríe, que manera tan extraña de entablar una conversación.
-Son un regalo, de mi pueblo.
-Ah, ¿Y cuál es tu pueblo? -La chica responde un nombre que no consigue recordar a pesar de que lo repite un par de veces, la música de la discoteca está, quizás, demasiado alta como para ligar como él quiere . Le acompaña otra chica.
-Bueno chicas ¿Y cómo os llamáis? - Ahora la joven se ríe todavía más, pero contesta, nunca sabrá si con sus auténticos nombres.
-Yo soy Dani y ella Lea.
-Encantado, Dani y Lea. -Les da dos besos -¿Y de qué os conocéis?- ¿y a ti que coño te importa?
-De los toros.
-¡Anda! ¿Os gustan? Que raro... Yo... tengo que seros sinceros... soy antitaurino. -Las chicas contestan un largo "Ah" y Remi vuelve a la carga.
-¿Qué creéis que hago, chicas?
-Pues... ¿ligar?, digo yo. -Remi se ríe ante la respuesta de Lea, le interrumpe su amiga.
-De estudios, supongo yo.
-¡Exacto!
-Arte dramático. -Contesta al final Lea. Remi ríe.
-No, pero me lo dicen mucho.
-¿Veterinaria? -Contesta Dani, Remi ríe escandalosamente y le choca los cinco a Dani.
-¿Veterinaria? ¿De verdad? ¿Por qué?
-No sé, porque sí.
-Pues no chicas... soy ingeniero aeronáutico... Pero me he dado cuenta de que no me gusta.
-Ah, ¿Y qué piensas hacer?- Ya está, es la oportunidad de chico, ahora va la respuesta a la pregunta de Dani, tal y como la había planeado.
-Voy a venderlo todo, dejar Madrid, hacerme bohemio, irme a vivir a París, a una pequeña boardilla para escribirle poemas a mi amada.
-¡Oooooooh! ¡A lo Moulin Rouge! -Salta una de las chicas.
-Bueno chicas, y... ¿qué tal de amores?
-Fatal... -Deja caer en un susurro Lea.
-Eh... aquel de ahí, el que te mira con ojos de asesino, es mi novio, aquel, ¿lo ves?- Lástima, Remi ya tiene escogida a su presa, decide ir a por la que "está fatal".
-¿Sabes Lea? Puede que mis poemas vayan a por ti, y ¿sabes? El destino es muy raro u puede que tú y yo mañana por la tarde estemos casados- Estalla en una carcajada, risas escandalosas, incluso aplaude... está claro que ella no se traga esa historia, a pesar de ello Remi continúa intentándolo.
-¿Cuándo os vais?
-Mañana- Contestan al mismo tiempo.
-Vaya... esta es nuestra última noche de pasión Lea, no podemos desaprovecharla....- La chica sonríe forzadamente, pero claro está por su mirada que no hay nada que hacer esa noche con ella.
-No soy una chica fácil...
-Cuánto más me lo digas, más insistiré... Mira, voy a hacer una cosa... me voy con unos amigos y luego vuelvo para seguir ligando contigo... Espérame.

Pero a esta chica ya le enseñaron a no esperar a ningún hombre y por otro lado, el bohemio parisino encontró a otra amante para sus poemas de esa noche.


miércoles, 29 de agosto de 2012

Mi rutina

En realidad sigo haciendo lo mismo que cuando tenía 13 años; cerrarme la puerta, poner "Keep holding on" y esconderme bajo el escritorio con una manta...
Ahí, dejando pasar las horas en formato repeat, sin parar de pensar.


jueves, 23 de agosto de 2012

LOL

Rehacer tu vida, odio esa expresión, es como si estuviera perdida sin un hombre


miércoles, 18 de julio de 2012

Los tres príncipes de Serendip.

El discípulo miró al maestro en la profundidad de la tarde.

- "Maestro, ¿es bueno para el sabio demostrar su inteligencia?"

- "A veces puede ser bueno y honorable permitir que los hombres te rindan honores."

- “¿Sólo a veces?”

- “Otras puede acarrearle al sabio multitud de desgracias. Eso es lo que les sucedió a los tres Príncipes de Serendip, que utilizaron distraídamente su inteligencia. Habían sido educados por su padre, que era arquitecto del gran Shá de Persia, con los mejores profesores, y ahora se encaminaban en un viaje hacia la India para servir al Gran Mogol, del que habían oído su gran aprecio por el Islam y la sabiduría. Sin embargo, tuvieron un percance en su camino.”

- “¿Qué les pasó?”

- “Una tarde como esta, caminaban rumbo a la ciudad de Kandahar, cuando uno de ellos afirmó al ver unas huellas en el camino: “Por aquí ha pasado un camello tuerto del ojo derecho".

- “¿Cómo pudo adivinar semejante cosa con tanta exactitud?”

- “Había observado que la hierba de la parte derecha del camino, la que daba al río, y por tanto la más atractiva, estaba intacta, mientras la de la parte izquierda, la que daba al monte y estaba más seca, estaba consumida. El camello no veía la hierba del río.”

- “¿Y los otros príncipes?”

- “El segundo, que era más sabio, dijo: “le falta un diente al camello.”

- “¿Cómo podía saberlo?”

- “La hierba arrancada mostraba pequeñas cantidades masticadas y abandonadas.”

- “¿Y el tercero?”

- “Era mucho más joven, pero aun más perspicaz, y, como es natural, en los hijos pequeños, más radical, al estar menos seguro de sí mismo. Dijo: “el camello está cojo de una de las dos patas de atrás. La izquierda, seguro"

- “¿Cómo lo sabía?”

- “Las huellas eran más débiles en este lado.”

- “¿Y ahí acabaron las averiguaciones?”

- “No. El mayor, picado en esta competencia, afirmó: “por mi puesto de Arquitecto Mayor del Reino que este camello llevaba una carga de mantequilla y miel.”

- “Pero, eso es imposible de adivinar.”

- “Se había fijado en que en un borde del camino había un grupo de hormigas que comía en un lado, y en el otro se había concentrado un verdadero enjambre de abejas, moscas y avispas.”

- “Se trata de un difícil reto para los otros dos hermanos.”

- “El segundo hermano bajó de su montura y avanzó unos pasos. Era el más mujeriego del grupo por lo que no es extraño que afirmara: "En el camello iba montada una mujer". Y se puso rojo de excitación al pensar en el pequeño y grácil cuerpo de la joven, porque hacía días que habían salido de la ciudad de Djem y no habían visto ninguna mujer aún.”

- “¿Cómo pudo saberlo?”

- “Se había fijado en unas pequeñas huellas de pies sobre el barro del costado del río.”

- “¿Por qué había bajado? ¿Tenía sed?”

- “El tercer hermano, absolutamente herido en su orgullo de adolescente por la inteligencia de los dos mayores, afirmó: "Es una mujer que se encuentra embarazada, hermano. Tendrás que esperar un tiempo para cumplir tus deseos".

- “Eso es aún más difícil de saber.”

- “Se había percatado que en un lado de la pendiente había orinado pero se había tenido que apoyar con sus dos manos porque le pesaba el cuerpo al agacharse.”

- “Los tres hermanos eran muy listos.”

- “Sin embargo, su sabiduría les trajo muchas desgracias.”

- “¿Por qué?”

- “Por su soberbia de jóvenes. Al acercarse a la ciudad, contemplaron un mercader que gritaba enloquecido. Había desaparecido uno de sus camellos y una de sus mujeres. Aunque estaba más triste por la pérdida de la carga que llevaba su animal, y echaba la culpa a su joven esposa que también había desaparecido.”

- “¿Era tuerto tu camello del ojo derecho?”, le dijo el hermano mayor.

- “Sí”, le dijo el mercader intrigado.

- “¿Le faltaba algún diente?”

- “Era un poco viejo”, dijo rezongando, “ y se había peleado con un camello más joven.”

- “¿Estaba cojo de la pata izquierda trasera?”

- “Creo que sí, se le había clavado la punta de una estaca.”

- “Llevaba una carga de miel y mantequilla.”

- “Una preciosa carga, sí.”

- “Y una mujer.”

- “Muy descuidada por cierto, mi esposa.”

- “Qué estaba embarazada.”

- “Por eso se retrasaba continuamente con sus cosas. Y yo, pobre de mí, la dejé atrás un momento. ¿Dónde los habéis visto?”

- “No hemos visto jamás a tu camello ni a tu mujer”, buen hombre, le dijeron los tres príncipes riéndose alegremente.

El discípulo también rió.

- “Eran muy sabios.”

- “Sí, pero el buen mercader estaba muy irritado. Cuando los vecinos del mercado le dijeron que habían visto tres salteadores tras su camello y su mujer, los denunció.”

- “¡Pero, ellos tenían razón!”

- “Los perdió su soberbia juvenil. Habían señalado todas esas características del camello con tanta exactitud que ninguno les creyó cuando afirmaron no haber visto jamás al camello. Y se habían reído del mercader, había muchos testigos. Fueron llevados a la cárcel y condenados a muerte ya que en Kandahar el robo de camellos es el peor delito, más que el rapto de esposas.”

- “¡Qué triste destino para los sabios!”

- “La cosa no acabó tan mal. La esposa se había escapado, y pudo llegar antes de que los desventaran en la plaza pública, como era costumbre para castigar a los ladrones de camellos. El poderoso Emir de Kandahar se divirtió bastante con la historia y nombró ministros a los tres príncipes. Por cierto, que el segundo hermano se casó con la muchacha, que estaba bastante harta del mercader.”

- “La sabiduría tiene su premio.”

- “La casualidad los salvó y aprendieron a ser mucho más prudentes a la hora de manifestar su inteligencia ante los demás.”


(Vía; http://cuentosqueyocuento.blogspot.com.es/2007/10/los-tres-prncipes-de-serendip.html)

jueves, 28 de junio de 2012

miércoles, 20 de junio de 2012

Rayadas portátiles, tamaño cartera.

Tengo dos enemigos en esta vida, yo y mi mente, en efecto, soy mi punto débil, cualquier cosa que se me diga me marca tanto que logro que se transforme en manía, si no tengo ninguna enfermedad psicológica por el momento es porque tal vez no quiero llamar la atención frente a los demás. Hay simples palabras dichas o escritas que me hacen cambiar de opinión cada dos segundos. Sola es como mejor estoy, pero nunca estoy lo suficientemente sola.

domingo, 17 de junio de 2012

ENDQMQ

Hacía semanas que pensaba en aquellos cinco días. Era como si los reviviera continuamente. Se despertaba e intentaba recordar todos los detalles: el viaje, la llegada, el encuentro, el descubrimiento de la casa, las habitaciones, el salón, el aperitivo, la cena, el beso. Lo que vino después del beso. No daba crédito. Nunca se habría imaginado que pudiera vivir con tanta pasión una relación con un desconocido, una persona a la que no había visto antes. Vivirla con tanta intimidad, sin ponerse límites ni fronteras en nada de lo que había hecho, ni a su cuerpo, ni al de Tancredi. Vivirla sin ninguna inhibición, sin vergüenza, sin pudor. Nueva. Sí. Una Sofia nueva, descarada, libre, atrevida, como nunca en su vida lo había sido, ni con nadie antes de Andrea ni con su marido. Era como si hubiera abierto una puerta y de repente se hubiera encontrado frente a una mujer con  su mismo nombre, su mismo apellido, incluso con su mismo rostro y mismo cuerpo, pero diferente en todo lo demás: el maquillaje, el pelo, la voz, el tono, la manera de hablar. ¿Dónde había estado durante todos aquellos años? ¿Por qué nunca la había visto?

lunes, 4 de junio de 2012

Otros años quedarán!


Según los cuentos que nos han criado supuestamente con 20 años ya deberías tener trescientos hijos y haber encontrado a tu príncipe encantado, rubio, ojos verdes, alto, con armadura y sin cerebro.
Pero ahora molamos más y nos van los retos, por eso vamos de plebeyo en plebeyo buscando a alguien con cabeza, que nos haga reír y nos traiga tarde a casa (ui sí, cenicienta eras una malota!), que nos llene la cama de velas y pétalos de rosa, que nos bese bajo la lluvia o bajo el mar, que no nos deje por la bruja malvada y que nos salve de babosos y pervertidos. Que va, tampoco pedimos tanto ¿no?.
Queremos que nos quieran y que nos escuchen, pero mientras llegue el maldito cabrón que ha perdido nuestra dirección nos tenemos mutuamente, ¿quién quiere a un príncipe pegado a nosotras si podemos alegrarnos la vista con 20? Hay que buscarle el lado bueno a la vida, y nosotras empezamos a vivirla, ya habrá tiempo para amargarse (que lo seguiremos haciendo) por cosas de esas, ahora toca divertirse y disfrutar, que los años que pasaron otros años quedaran (vena fondo flamenco ON) (venga... otra) LA VIDA SON DOS DÍAS Y UNO ESTÁ LLOVIENDO!
Así que cari, ¡disfruta de los 20!
TE QUIERO!





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