Laura de Sade.

“¡Mentirosa! ¡Infeliz desagradecida! ¿Qué ha sido de vuestra promesa de amarme mientras vivierais? ¿Quién os obliga a serme infiel? ¿Quién os convence de romper los lazos que iban a unirnos para siempre?... Sin duda vuestra familia ha influido en vuestra decisión. Teme unirse a alguien que la adora. Los eslabones de una cadena persistente le resultaban únicamente a usted una carga y su corazón sólo susceptible de inconstancia y frivolidad, no fue lo bastante delicado para reconocer su encanto… mi amor no le era suficiente… Inmenso, nacido para hacerme infeliz. Quiera la infidelidad del traidor que ha tomado mi lugar en su corazón, hacerle aparecer un día el amor tan odioso como usted ha hecho la infidelidad a mis ojos… Pero ¿qué digo? ¡Ah, mi amada amiga, divina amiga! Único contenido de mi corazón, único deleite de mi vida, ¡a dónde me lleva la desesperación! Perdone las palabras de un infeliz que está fuera de sí, cuya única meta es la muerte una vez ha perdido lo que amaba. Quién puede atarme a la vida cuya única dicha es usted. La pierdo a usted, pierdo mi vida, muero, muero la muerte más cruel…, me aturdo, querida amiga, ya no estoy en mi juicio, corren las lágrimas, veo como a través de una nube… ¡Sólo a usted anhelo y deseo! ¡Sólo pienso en usted!”

Francesco Petrarca. 

Te dejas la vida en alguien

Y ¿así es como te lo agradece?

te he echado de menos.

Tenía ganas ya
De pasar junto a ti
Unos minutos soñando,
Sin un reloj que cuente las caricias que te voy dando.

[...]

Te he echado de menos
Todo este tiempo
He pensado en tú sonrisa y en tú forma de caminar
Te he echado de menos
He soñado el momento
De verte al lado mio dejandote llevar.

[...]

Contandonos secretos,
Diciendonos bajito que lo nuestro siempre se hará eterno
Fantasía en una copa de alcohol,
Prometimos volver a vernos.

http://www.youtube.com/watch?v=S1Q_YbSN_8o

Promesas...

+5GG

El peor día...

Se acabó, no hay marcha atrás. Todo lo que teníamos se ha acabado. No ha habido discusiones ni mucho menos, es como si dijéramos, “de mutuo acuerdo”.
Pero lo que no cambia son los recuerdos, porque han sido 10 meses juntos, en los que hemos vivido mucho, entre ellos un verano inolvidable… Esos recuerdos no son posibles de olvidar… Esas noches juntos hablando hasta el amanecer, esas tardes en la playa, las de tonterías que hacíamos…
Sinceramente éramos un todo. Me has regalado muchísimos momentos felices, me atrevo a decir que has sido el que más momentos buenos me has hecho pasar. Y acordándome de todo eso, aun me entran esas cosquillas en el estómago y lloro, lloro como una niña.
Me duele más que nada en la vida haber acabado con todo esto, lo estoy pasando mal y sé que jamás podré volver a estar con nadie como con él; que jamás podré verle con otra…
Pero aun así, puedo decir que le he querido y le quiero como a ningún otro y tengo que darle las gracias por todos esos momentos a su lado.
Aunque ¿sabes? Lo único que me consuela y me mantiene con la esperanza es que tal vez esto no sea un “Adiós” sino un “Hasta luego”…